Hoy en día en México durante la época prehispánica, se desarrollaron numerosos colorantes para pintar materiales como plumas, telas, pinturas y códices, brindándoles un aspecto muy colorido, además de que cada color posee un significado. En la llegada de los españoles estos quedaron muy atraídos con la belleza del continente Americano, pero particularmente al observar a los aztecas usar un pigmento obtenido del extracto de un insecto que conocían como “Nocheztli” que significa “Sangre de tuna” y que después la ciencia le daría el nombre de “Dactylopius coccus L. Costa” , este singular insecto posee cualidades tintométricas muy especiales.
Los aztecas utilizaron este pigmento para representar el Este, la muerte y la sangre. José Alcina Franch menciona que en Mesoamérica los zapotecos fueron los primeros en utilizar este pigmento, hace mas de 3000 años; Coqueelaa, es el Dios zapoteco que “interviene cuando hay que plantar nopaleras o recoger la grana, de manera que hasta se le llama abogado de la grana.
Este pigmento fue muy valorado por su hermoso y particular rojo carmesí, de tal modo que formó parte de los productos más exportados a Europa después del oro y la plata durante la colonia, ya que representaba riqueza, elegancia y poder, de tal forma que la cochinilla obtuvo un importante valor sociopolítico.
Los españoles trataron de ocultar que el pigmento provenía de un insecto, y decían que eran productos vegetales, por el aspecto que al secarse al sol poseen un aspecto a semillas grises, de tal forma que se pueden encontrar textos antiguos donde se mencionan frases como sembrar, cosechar, etcétera, para referirse a las actividades del cultivo.
Durante el siglo XVI, los españoles decidieron llevarse pencas de nopal con grana fina de la Nueva España a las Islas Canarias para producir pigmento y abastecer la demanda del mercado europeo.
Los usos de este pigmento fueron diversos a lo largo del tiempo, en México se encontró que hay vestigios de su uso en códices pintados anteriores a la colonia, y era ocupado para pintar las áreas rojas, como en el Códice de la Cruz-Badiano (1552) donde se utilizó grana de cochinilla y minio mezclados, también fue utilizada en los uniformes del ejército inglés, las famosas “casacas rojas” que fueron teñidas con este pigmento.
En una de las obras de Van Gogh, La recamara de van Gogh en Arlés 1889. París, Musee d’Orsaesy fue analizada detalladamente para conocer la técnica y teoría de colores manejada por el pintor y se encontró que fue utilizado el pigmento de la cochinilla para su elaboración y que a parte, la mezclo con azul cobalto y blanco zinc para obtener un morado pálido tratando de transmitir la sensación de reposo. Por otro lado, en pintor Renoir utilizó a la grana cochinilla para transmitir en sus obras la elegancia y el lujo.
Hoy en día México sigue siendo productor de cochinilla, en Oaxaca su uso está destinado para la tinción de textiles artesanales, mientras que en Querétaro se usa como colorante natural para productos de la industria de alimentos, cosméticos y farmacéutica. Los principales productores a nivel mundial de cochinilla son España, Chile y Perú.
La cochinilla es un insecto originario de México, vive como huésped en el cactus de dos géneros principales, Opuntia y Nopalea, se cultiva por periodos de 80-90 días, tiempo en que completa su ciclo de vida; se inicia cuando del huevo sale una larva pequeña (ninfa) parecida a una arañita, la cual camina activamente, se asienta en una penca de nopal y pasa por varias etapas de desarrollo; en algún momento algunas de las ninfas darán origen a hembras y otras a macho.
Para la producción de grana se requiere un cuidadoso proceso que implica limpiar, seleccionar y recolectar a mano a los insectos penca por penca de nopal, el pigmento obtenido de la cochinilla responsable de color carmín es el ácido carmínico que representa el 25 % del peso del insecto, que solo es obtenido de las hembras adultas.
Dada la cantidad de ácido carmínico que posee el insecto, fue una interrogante la razón de su papel biológico de este compuesto y se tiene la hipótesis de que el carmín lo ocupa como defensa ante agresores y “advertencia”.
El ácido carmínico es una antraquinona que presenta una coloración roja, puede modificar su tonalidad en función del pH, en pH ácidos puede tomar tonalidades color naranja, en intervalos de pH de 5-6 posee una coloración roja y en pH alcalinos puede tener coloraciones purpuras.
Una ventaja principal del ácido carmínico está en su capacidad de reaccionar con iones metálicos para formar lacas que van desde el rojo carmín hasta un púrpura azulado. Las lacas del ácido carmínico son sólidos amorfos, insolubles en agua, ácidos diluidos y solventes orgánicos.
Nota: La laca más común es el “carmín” o laca de ácido carmínico aluminio-calcio que es preparada bajo condiciones acuosas reaccionando iones de aluminio y calcio.
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